El ajedrez, de origen y fechas de creación desconocidos, pero que se piensa que se creó entorno al siglo III a.C. en Asía, y conocido como “Chaturanga”, es el juego de mesa y estrategia más conocido, practicado y divulgado que existe. Su dinámica, sus variables, y sus beneficios tanto relacionados con el desarrollo cognitivo como lo que aporta en tanto en cuanto a la diversión, le hacen el juego perfecto para todas las edades.
Recientemente, y gracias a la serie de Netflix: “Gamibito de dama”, a recobrado importancia y número de seguidores. En esta serie de ficción, que narra la historia de una niña que se hace hueco en el mundo gracias a su talento jugando al ajedrez, y llegando a ganar a la todopoderosa antigua URSS, puso de nuevo en la mente colectiva este juego, recordando la importancia histórica que tuvo y generando millones de nuevos adeptos.
Gracias a su gran desarrollo y evolución a principios del siglo XIX ha sido considerado como deporte, creándose, federaciones internacionales y nacionales, así como campeonatos a todos los niveles. Es el único juego de mesa que ha podido adquirir este status, lo que nos indica su embergadura y poder a nivel mundial.
En nuestras clases de ajedrez tratamos de acercar este maravilloso deporte a los niños y niñas, para que adquieran y se beneficien de todo el conocimiento y desarrollo cognitivo y de valores que el Ajedrez aporta. Algunos de estos beneficios son:
En cuanto a la capacidad intelectual, el ajedrez puede ayudar a los niños a mejorar:
• La atención, concentración y la memoria.
• El poder de análisis, síntesis y organización.
• La capacidad de resolución de problemas y toma de decisiones bajo presión.
• La creatividad y la imaginación.
• El razonamiento lógico-matemático.
En cuanto a la inteligencia emocional, el Ajedrez puede ayudar a los niños a que aprendan a:
• Tener el control emocional en función de los éxitos o la frustración.
• Tener sentido de transparencia, siendo honestos e íntegros consigo mismo y con los demás.
• Adaptarse a situaciones inesperadas.
• Esforzarse para conseguir lo que se propone e incrementar su autoestima y confianza.
• Tener iniciativa.
• Tener empatía y comprender al oponente durante el juego.
• Trabajar en equipo y colaborar.